En la exposición temporal “La Mar de Ciencia”, producida por el Museo junto con la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y que actualmente puedes visitar en nuestra Sala Temporal, podrás conocer la figura de las Reservas Marinas. Desde la creación de la primera en 1986 (isla de Tabarca, en Alicante) han tenido un papel relevante en la conservación de la biodiversidad en espacios de protección especiales.
Las Reservas Marinas tienen como objetivo fundamental conseguir una explotación sostenible de los recursos pesqueros en esas zonas. Más allá de las protecciones específicas en áreas marinas, uno de los medios para conseguir ese objetivo es el de la utilización de modos de pesca tradicionales. Es por ello que en “La Mar de Ciencia” se señalan algunas de las técnicas de pesca más importantes en las Reservas Marinas de nuestras costas. Todos son modos de pesca tradicional, respetuosa con el medio ambiente y sostenible. Mira en qué consiste la almadraba, el trasmallo o la pesca moruna:
ALMADRABA
La almadraba consiste en la creación de grandes laberintos de redes situados en las salidas de las bahías costeras, lugares de paso de bancos de peces. La palabra almadraba viene del árabe de la época del Al-Ándalus y significa “lugar donde se golpea o lucha”. Fueron frecuentes en muchas zonas de la costa Mediterránea, incluyendo países como Italia o Marruecos, pero en la actualidad únicamente hay dos: una situada en la costa de Ceuta y otra en la zona de La Azohía (Cartagena). Su principal objetivo son los túnidos (atún, bonito, melva o pez espada), aunque también hay capturas en estas estructuras de bacoretas.