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  • El MCYA acoge ‘Ricardo Codorníu. El hombre que soñó el futuro’, la muestra que homenajea al ingeniero murciano

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    La exposición busca poner en valor la figura de Ricardo Cordiníu y se organiza con motivo del centenario de su fallecimiento, que se conmemora el 26 septiembre

    El concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, junto con miembros de la familia Codorníu ha presentado la exposición «Codorníu. El hombre que soñó el futuro”, que se podrá visitar en el Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia hasta el próximo 7 de enero. La muestra se organiza con motivo del centenario de su fallecimiento, que se conmemora el 26 septiembre.

     

    “Desde el Ayuntamiento de Murcia queremos poner en valor la figura de Ricardo Codorníu y poner en relieve la actualidad, en pleno siglo XXI, de una figura nacida a mitad del XIX”, indica Diego Avilés, quien sostiene que “a través de esta exposición del conocido como ‘apóstol del árbol’, queremos que los murcianos vean la labor que realizó tanto en el ámbito medioambiental, como a nivel humanista para toda España”.

     

    En el legado de la trayectoria vital de Ricardo Codorníu y Stárico (ingeniero, regeneracionista, autor prolífico, activista de la causa forestal y trabajador público) se encuentran temas tan presentes hoy en día como la deforestación y la recuperación de los bosques, la lucha contra la desertificación, la recuperación fluvial y la defensa contra las avenidas, los parques urbanos de ribera y el derecho al árbol en la ciudad.

     

    Como un adelantado a su tiempo, Codorníu puede ser considerado un activista ambiental del que seguir aprendiendo en el Sureste español, que continúa trabajando por recuperar sus ríos, ramblas y cauces, y una tierra en la que siguen surgiendo iniciativas pioneras en defensa de sus espacios naturales, acuáticos y forestales.

     

    La exposición comprende diversos elementos, como paneles con una reseña biográfica, un recorrido por sus principales hitos, como la reforestación de Sierra Espuña, la repoblación de las dunas de Guardamar y la promoción y creación del Parque Ruiz Hidalgo, en pleno centro de la ciudad de Murcia.

     

    Además, mostrará diversas imágenes sobre el ingeniero, así como textos, portadas y elementos de sus principales creaciones literarias y científicas, a lo que se suman fotografías de sus labores hidrológico-forestales, reconocimientos, homenajes y monumentos en su honor. También se ha recopilado una selección de noticias de prensa histórica y reseñas de hemerotecas de distintas publicaciones de tirada regional y nacional.

     

    En varias vitrinas, se podrán ver publicaciones originales y de época, algunas autografiadas y dedicadas por el propio Ricardo Codorníu, procedentes del Archivo Municipal de Murcia.

     

    También se expondrán publicaciones cedidas de otras colecciones, como varios números de la revista ‘Ibérica. El progreso de la ciencia y sus aplicaciones’, de los años 1914, 1915 y 1923, o un original de ‘El pino carrasco’, de la serie ‘Catecismos del agricultor y del ganadero’, escrito por Ricardo Codorníu.

     

    Las fotografías incluidas en los paneles de la exposición proceden del Archivo General de la Región de Murcia, tanto de los fondos de la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura o División Hidrológico-Forestal del Segura como de la de Exploradores de Murcia y del Libro de Visitas de Sierra Espuña. Asimismo, se muestran fotografías del Archivo Municipal y de la Dirección General de Medio Natural de la Comunidad Autónoma.

     

    La muestra en el Museo de la Ciencia y el Agua cuenta con una programación paralela de actividades a lo largo de varios meses. También podrán acudir escolares y grupos concertados, ya que dispone de materiales didácticos y códigos QR para acceder a contenidos en la web del museo y a textos completos sobre Codorníu y a varios de sus libros y publicaciones, en versión electrónica.

    La figura del «apóstol del árbol»

    Ricardo Codorníu y Stárico nació en Cartagena el 6 de julio de 1846, en una familia con posibilidades económicas y con influencia política y comercial. Por línea paterna, era nieto del médico, militar y político Manuel Codorníu y Ferras, que había participado como voluntario en la defensa contra las tropas de Napoleón; y por línea materna era nieto del comerciante y político cartagenero Andrés Stárico Pescetto, de origen genovés.

     

    Codorníu, aficionado desde niño a las ciencias naturales, así como a los árboles y a las aves, inició los estudios de Ingeniería en la Escuela de Montes de Villaviciosa de Odón (Madrid), terminando el 1 de abril de 1871 en San Lorenzo del Escorial, casándose ese mismo año con Mercedes Bosch y Bienert, con la que formó una familia con ocho hijos.

    Gran amante de la naturaleza y de la causa forestal, así como de personalidad altruista, ingresó en el Cuerpo Nacional de Ingenieros de Montes, llegando a ser responsable de la Dirección Hidrográfica-Forestal del Segura, jefe de inspección de Repoblaciones Forestales y del Servicio Hidrológico Forestal del Ministerio de Fomento.

     

    En su labor forestal destacan la ila repoblación integral de Sierra Espuña, tras su visita a la zona en 1889, y la realización posterior de los estudios orográficos y climáticos del hoy Parque Regional. También intervino en la repoblación forestal de Guardamar.

     

    En su actividad social y asociativa, participó en la constitución de la Sociedad de Amigos del Árbol, así como en la fundación en 1902 de la Sociedad Murciana de Esperanto. En este ámbito, también fue el primer presidente de la Sociedad Española para la propagación del Esperanto, la primera asociación esperantista española. En 1912, fue presidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural.

     

    Codorníu mantuvo una gran labor pedagógica, a través de publicaciones, colaboraciones y revistas, así como mediante conferencias y la defensa de la causa forestal, que le llevó a recibir diversas condecoraciones, como la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Cruz del Mérito Agrícola y la Encomienda de Alfonso XII. Promovió además el Boletín de la Sociedad de Amigos del Árbol así como su revista, España Forestal.


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