Con el objetivo de dar a conocer la ciencia que se desarrolla en el espacio geográfico, histórico y cultural que llamamos Mediterráneo, la Fundación Séneca– Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia pone a disposición del público su tercera exposición sobre el trabajo de las mujeres científicas, esta vez formando parte del proyecto europeo MEDNIGHT–La Noche Mediterránea de las Investigadoras.
Las científicas incluidas en la exposición han querido formar parte de esta iniciativa aportando textos e imágenes. Son sus palabras y sus rostros los que recogen unas trayectorias personales y científicas muy diversas que se desenvuelven en entornos y condiciones distintos, en ocasiones muy distintos, pero conectados por un elemento común: el Mare Nostrum.
El principal objetivo de la exposición es destacar la ciencia desarrollada en el Mediterráneo, para que sirva de inspiración a nuevas generaciones y así paliar la escasa representación femenina en el mundo de la investigación. También es importante para la Fundación Séneca poner de manifiesto que la investigación también se lleva a cabo en países africanos u orientales, en situaciones sociopolíticas complejas. Los países representados son Albania, Chipre, Croacia, Egipto, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Malta, Marruecos, Serbia, Siria, Túnez y Turquía.
La muestra se expondrá simultáneamente en Cartagena (la nueva residencia universitaria), Elche (Universidad Miguel Hernández), Orihuela (Biblioteca María Moliner), Torrevieja (Centro Cultural Virgen del Carmen), Castellón (Universitat Jaume I), Valencia (Las Naves), Buñol, Lliria y Altea, así como en distintas localidades de Chipre, Grecia e Italia.
Las investigadoras de la exposición son: las españolas María Blasco (biología), Elena García Armada (ingeniería industrial), María Vallet Regí (farmacia) y Montserrat Calleja (física); la informática e ingeniería de Albania Ornela Bardhi; la ingeniera química de Chipre, Despo Fatta-Kassinos; la lingüista de Croacia, Sujeana Kordi; las egipcias Rashika El Ridi (inmunología) y Nagwa Meguid (genética); la climatóloga de Eslovenia, Luka Kajfe Bogataj; las francesas Pascale Cossart (bacteriología), Geneviève Almouzni (microbiología genética) y Anne Dejean-Assémat (biología molecular); las griegas Konstantina Nikita (ingeniería médica) y Panayiota Poirazi (matemática e ingeniería biomédica); las israelitas Ada E. Yonath (cristalografía química) y Ester H. Segal (nanotecnología); las italianas Fabiola Gianotti (física de partículas) y Maria Abbracchio (farmacología); la bióloga de Jordania, Lubna Tahtamouni; la química de Líbano, Najat A. Saliba; la matemática de Malta, Irene Sciriha Aquilina; la física nuclear de Marruecos, Rajaâ Cherkaoui El Moursli; la arqueóloga serbia, Staša Babi; la virología de plantas siria, Safaa Kumari; Habiba Bouhamed Chaabouni, médica y genetista tunecin; y Gülsün Salamer, arquitecta turca.