Conocí a Don Francisco González López en el año 1998, y desde el primer momento pude comprobar su amor por la naturaleza y su pasión por el coleccionismo científico.
Iniciamos un trabajo de colaboración que se plasmó en el año 1999 en una exposición en el Museo de la Ciencia y el Agua que denominamos “Mariposas. Un regalo de la naturaleza” , a partir de su numerosa y diversa colección entomológica (fundamentalmente lepidópteros) fruto de su dilatada labor como entomólogo que le había relacionado con científicos como Riley y Howarth del British Museum , Rougeot del National Museum D’ Historia Natural de Paris o Ramón Agenjo del Instituto Español de Entomología, con quienes mantuvo intercambios en aras a ampliar y diversificar su colección científica. La exposición tuvo un marcado carácter didáctico y no solo se expuso en nuestra Sala de exposiciones temporales, sino que iniciamos una itinerancia por otros importantes museos de ciencia españoles (Casa de las Ciencias de Logroño, Museo de la Ciencia de Valladolid, Planetario de Pamplona).
“Mariposas. Un regalo de la naturaleza”, mostraba una variedad de especies de insectos representativos de prácticamente todos los continentes, desde Sudamérica, África, la Región Indoaustraliana o la jungla asiática, sin olvidar Europa , y especialmente la Región de Murcia, donde su labor de investigación y recolección por el Parque Regional de Sierra Espuña le habían proporcionado interesantes ejemplares hoy prácticamente desaparecidos.
La colaboración se mantuvo ininterrumpidamente desde entonces, cediendo ejemplares de su colección para aquellas muestras en las que tenían un papel relevante en el discurso expositivo como fue “Darwin y De la Espada: Dos vidas paralelas. Los caminos de la evolución” o “El lado oscuro de la luz: Contaminación lumínica” En la primera se apreciaba como los insectos forman el grupo más diverso y abundante del reino animal, y en la segunda como son uno de los grupos más amenazados por la contaminación (incluso la lumínica), destrucción de su hábitat, comercio ilegal o la introducción de especies fruto de la globalización.
En todas las exposiciones mostraba su generosidad, su decisión por incluir un discurso didáctico y proteccionista y el amor que profesaba a la Región.
A partir del año 2014, D. Francisco decide ceder una parte de su colección entomológica al Museo de la Ciencia y el Agua, a la que en años sucesivos se va sumando una pequeña muestra malacológica. Ambas pueden verse en la Sala del Agua del Museo. Una de sus últimas cesiones consistió en la entrega de algunos ejemplares de minerales y fósiles.
Don Francisco González López siempre permanecerá con nosotros. El Museo de la Ciencia y el Agua conserva parte de su amor por la naturaleza con un hermoso legado al servicio de todos.
Maribel Parra Lledó, directora del Museo de la Ciencia y el Agua.
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