Esta instalación de gran formato está preparada para ser remolcada por una bici o moto, ya que cuenta con sistema de dirección y frenos de disco para su transporte, itinerancia e instalación en otro hábitat. En sala, en su versión estática, dos bici-máquinas invitan a los espectadores a pedalear y bombear agua desde el tanque inferior de la urna central hasta las plantas acuáticas, que filtran el agua en el tanque superior. Desde ahí, el agua sigue su ciclo distribuyéndose para hidratar dos formicarios laterales y regar de nuevo la urna central, que hace las veces de caja de forrajeo para las hormigas. La instalación invita al compromiso físico, aérobico y lúdico de los espectadores con el pequeño ecosistema, participando de su mantenimiento durante el tiempo de exposición.
¿Podemos imaginar a un humano cuidando de una colonia de hormigas Messor Barbarus y de un ecosistema vegetal en relación simbiótica? Esta instalación, específica para el Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia, quiere explorar el papel de la participación humana en dichos ecosistemas y destacar, por un lado, el papel de las tecnologías situadas en su comprensión como un componente vital en su equilibrio y, por otro lado, la capacidad de la práctica artística para generar nuevos imaginarios de participación y cuidados interespecies.
Pedalea en las bicicletas.
Así, bombeas el agua necesaria para mantener el ecosistema compartido entre plantas y hormigas.